Cuando hablamos de ciencia tecnología e innovación (CTI), parece que la secuencia de desarrollo fuera solo en ese sentido y etapas, es decir primero se debe comenzar haciendo ciencia (básica, investigación) luego tecnología (producción del prototipo) y finalmente se innova (llega a la empresa). Este recorrido puede parecer tan natural que no necesita discusión. Sin embargo, en la actualidad, a la luz de lo que se denomina la rendición de cuentas (accountability) el desarrollo de la CTI no necesariamente sigue esa secuencia (denominada lineal) sino mas bien una interactiva (no lineal), donde lo importante es dar respuesta al mercado (la necesidad del cliente). Pero como ninguna receta es transportable a todas las realidades, es lógico preguntarse cuál es el que debemos seguir en el Perú y ¿cómo debe relacionarse los grupos de creación, con las empresas, el mercado y el gobierno?
Cuando hablamos de responsabilidad de la universidad frente a la sociedad, pensamos en la existencia de un estado, y de allí en un territorio, en una nación, en sus instituciones, como consecuencia en las necesidades de sus habitantes (de la sociedad) y en su gobernabilidad. Pero para el caso de nuestro país, ataviado por problemas estructurales que le impiden caminar con mayor rapidez hacia su desarrollo. La ciencia encarna esas mismas dificultades, mitos, hábitos, en suma los científicos y sus instituciones y organizaciones reflejan, talvez con mayor profundidad, la cultura de la no planificación racional, ni estratégica ni prospectiva. Por ello es que no definimos líneas maestras de desarrollo a nivel nacional, que pueden estar relacionadas a nuestras ventajas comparativas inicialmente, para que con el conocimiento se puedan hacer competitivas. De existir estas, y consensuadas, tendremos la carreta que jale, a la investigación, a la tecnología y la innovación, de otro modo continuaremos dilapidando la escasa disponibilidad de recursos económicos y humanos que tenemos. Ser competitivos no necesariamente tiene que ver exclusivamente con las necesidades del mundo sino también el hacer las cosas con excelencia aun cuando fuese, solo, para cubrir las necesidades nacionales. ¿Por ello es pertinente preguntarse qué investigar en el país y porqué? Y ¿cómo camina el mundo en CTI?.
Cuando nos referimos a los políticos o la clase política, solemos relacionarla con aquellas personas que están muy cerca de la conducción del país. Estas personas cuando toman el poder son las que finalmente deciden las políticas. Sea desde el legislativo o el ejecutivo. Es sabido que una decisión política es la última instancia (o de mayor poder de decisión), debajo de ella está la económica y mas abajo todavía la técnica. Es en este último nivel donde colocan a la ciencia la clase política. Los científicos, ocupados en sus laboratorios, tienen poca o ninguna participación en el diseño y decisión de las políticas, sea porque los políticos no tuvieron una formación básica sobre ciencia y sus posibilidades o que los científicos no fueron capaces de hacerse notar lo suficiente para ser tomados en cuenta. Por ello es también pertinente preguntarse ¿si el desarrollo de la ciencia pasa por ser una decisión política, qué está haciendo la comunidad científica frente al futuro próximo?. ¿Es justificable la autoexclusión de los científicos de elevar la problemática de la ciencia al nivel de decisión política?. No, por supuesto, así que no deberíamos tener temor en organizarse para intentar llegar a ese poder político, única posibilidad de disponer de medidas explícitas para fortalecer la ciencia y tecnología. Estamos cansados de tocarles las puertas, hacer colas, frente a las oficinas de políticos cuyo interés principal son los votos, por lo que están en temas mas mediáticos, o solo en esos temas. Igual cosa ocurre con la prensa. Por lo que de la mano con las aspiraciones de acceder al poder político, debería estar el Plan de Comunicaciones que la comunidad científica debiera hacer, desde el lugar donde se encuentre debe transmitir a la sociedad las bondades de la ciencia en favor de sus necesidades presentes y futuras (divulgar). Trayendo ejemplos concretos de soluciones, habídas no solo del país, sino también de otros lugares, pero que también serían completamente aplicables (adaptables) a nuestra realidad. Por ello no temas decir que la ciencia en el Perú es cuestión política.
Cuando hablamos de responsabilidad de la universidad frente a la sociedad, pensamos en la existencia de un estado, y de allí en un territorio, en una nación, en sus instituciones, como consecuencia en las necesidades de sus habitantes (de la sociedad) y en su gobernabilidad. Pero para el caso de nuestro país, ataviado por problemas estructurales que le impiden caminar con mayor rapidez hacia su desarrollo. La ciencia encarna esas mismas dificultades, mitos, hábitos, en suma los científicos y sus instituciones y organizaciones reflejan, talvez con mayor profundidad, la cultura de la no planificación racional, ni estratégica ni prospectiva. Por ello es que no definimos líneas maestras de desarrollo a nivel nacional, que pueden estar relacionadas a nuestras ventajas comparativas inicialmente, para que con el conocimiento se puedan hacer competitivas. De existir estas, y consensuadas, tendremos la carreta que jale, a la investigación, a la tecnología y la innovación, de otro modo continuaremos dilapidando la escasa disponibilidad de recursos económicos y humanos que tenemos. Ser competitivos no necesariamente tiene que ver exclusivamente con las necesidades del mundo sino también el hacer las cosas con excelencia aun cuando fuese, solo, para cubrir las necesidades nacionales. ¿Por ello es pertinente preguntarse qué investigar en el país y porqué? Y ¿cómo camina el mundo en CTI?.
Cuando nos referimos a los políticos o la clase política, solemos relacionarla con aquellas personas que están muy cerca de la conducción del país. Estas personas cuando toman el poder son las que finalmente deciden las políticas. Sea desde el legislativo o el ejecutivo. Es sabido que una decisión política es la última instancia (o de mayor poder de decisión), debajo de ella está la económica y mas abajo todavía la técnica. Es en este último nivel donde colocan a la ciencia la clase política. Los científicos, ocupados en sus laboratorios, tienen poca o ninguna participación en el diseño y decisión de las políticas, sea porque los políticos no tuvieron una formación básica sobre ciencia y sus posibilidades o que los científicos no fueron capaces de hacerse notar lo suficiente para ser tomados en cuenta. Por ello es también pertinente preguntarse ¿si el desarrollo de la ciencia pasa por ser una decisión política, qué está haciendo la comunidad científica frente al futuro próximo?. ¿Es justificable la autoexclusión de los científicos de elevar la problemática de la ciencia al nivel de decisión política?. No, por supuesto, así que no deberíamos tener temor en organizarse para intentar llegar a ese poder político, única posibilidad de disponer de medidas explícitas para fortalecer la ciencia y tecnología. Estamos cansados de tocarles las puertas, hacer colas, frente a las oficinas de políticos cuyo interés principal son los votos, por lo que están en temas mas mediáticos, o solo en esos temas. Igual cosa ocurre con la prensa. Por lo que de la mano con las aspiraciones de acceder al poder político, debería estar el Plan de Comunicaciones que la comunidad científica debiera hacer, desde el lugar donde se encuentre debe transmitir a la sociedad las bondades de la ciencia en favor de sus necesidades presentes y futuras (divulgar). Trayendo ejemplos concretos de soluciones, habídas no solo del país, sino también de otros lugares, pero que también serían completamente aplicables (adaptables) a nuestra realidad. Por ello no temas decir que la ciencia en el Perú es cuestión política.
Presentado en el programa de radio: http://www.radioantarkiperu.com/ del martes 28 de octubre de 2009, de 8:10 pm a 9:00 pm.
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